jueves, 23 de febrero de 2012

Hate the blue butterfly - Phone



Una vibración corta indica una mención en twitter, una vibración media indica un WhatsApp, una vibración larga indica un sms.

Una vez más amanecía. El sol matinal entraba por la rendija de las persianas semi bajadas de la habitación. Sus cabellos rizados desperdigados por la almohada brillaban de un color chocolate que no era el suyo, su flequillo echado hacia atrás, mostrando su amplia frente despejada. Sus piernas se encontraban entrelazadas entre si de una manera sexy, el pantalón corto azul con rayas blancas dejaba al descubiertos sus piernas largas y de piel blanca. Otra noche más se había tirado de mala manera en la cama. Un brazo se encontraba levantando a la altura de cabeza mientras que la otra tenia el codo doblado con la palma de la mano hacia arriba, dejando mostrar el objeto que portaba en sus manos. Un teléfono móvil.

Hacia horas que el aparato tenia una luz encendida, indicando que había un mensaje.

Cuando los ojos oscuros de la joven se abrieron lentamente molesta por la luz y por el frió que tenia en sus piernas, decidió meterse totalmente dentro de la cama sujetando aun su teléfono... Se metió bajo las sabanas, hasta la cabeza y ahí fue consciente de la luz que no dejaba de parpadear en el móvil. 

Se encontraba medio dormía, pero se había pasado parte de la noche en vela por ese mensaje. Sus dedos se deslizaron rápidamente por la pantalla de aquel instrumento (del demonio) para al cabo de unos segundo poder descubrir al fin que era lo que contenía aquel mensaje.

"Te amé demasiado, pero es momento de partir. Cada día estaba lleno de peleas. Tengo que vivir solo desde ahora. No volveré a llorar nunca más."

Después de leer ese mensaje de forma masoquistas unas 50 veces... casi aprendiéndose de memoria cada palabra, cada signo de puntuación... pudo apartar los ojos de la pantalla para mirar al techo de su habitación de forma ausente después de apartar las sabanas que la cubrían el rostro concediéndole algo mas de oxigeno directo a sus pulmones.

Las lágrimas no eran capaces de salir de sus ojos, estaban atorados... Su mente no era capaz de procesar la noticia que acababa de llagar a su teléfono con tanta facilidad... La tendencia seria pensar que todo podrías ser una broma pesada... autoengañarse a si misma para pasar el trance con mas facilidad o simplemente enfadarse por un tiempo, canalizar su ira contra el pequeño objeto que se encontraba en sus manos... pero no, de sus secos labios salio una voz ronca que decía las siguientes palabras: Tú, a quien amo, te has convertido en un precioso recuerdo. Es extremadamente desolador, tú voz no dejará mi mente. Sayonara... 

En su cama se hizo un ovillo consigo misma, abrazando sus piernas... sus labios temblaban, signo de ser completamente consciente de una realidad, a sus ojos, terrible. Una pesadilla. Al fin de deslizaron por sus ojos, lagrimas saladas que fueron perfilando su fino rostro con cuidado, como si lo acariciara. 

Pesadilla o no... Sueño o realidad... Daba igual.  

Fiasco.

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