lunes, 27 de septiembre de 2010

Mi dongsaeng favorito -3-


Paré mis pensamientos en seco cuando cruce la puerta que me llevaría hasta el estudio principal. Allí se encontraba Yunho, estaba muy contento por que los planes para el grupo iban de maravilla y nuestra fama crecía y se expandía por toda Asia. Por supuesto todos estábamos igual de contentos, pero Yunho de verdad se había esforzado los últimos meses para sacar lo mejor de él y lo mejor de cada uno de nosotros y los frutos de nuestro esfuerzo nos convirtió en lo que somos ahora.

Al verme entrar giro su cabeza hacia mi direcció para luego dedicarme una de sus amplias y calidas sonrisas. Yo solo le pude responder con una palmadita en la espalda cuando pase en frente de él.

Yunho no me dejó escapar y me cogio de mi estrecha cintura para darme un abrazo, yo no correspondí, pero si hundí mi cara en su cuello y suspire.

-¿te molesto?- su pregunta me hizo pensar que Yunho no era tan inconsciente como yo pensaba. Seguramente él se dio cuenta de mi extraño comportamiento estos días… de lo que si estoy seguro es que no sabia el por qué y me lo preguntaría en cualquier momento.

-en estos momentos un abrazo es lo que más necesito... solo quiero un poco de cariño ¿es tanto pedir eso?

-depende de a la persona a la que se lo pidas si, tienes a media Asia a tus pies ¿y no te sientes querido?- bromeaste, pero yo no me reí. Por que de toda Asia solo quería el cariño de una persona, y era justo esa persona la que probablemente más me odiara en estos momentos.- ¿Qué te ocurre Jae? Estas muy raro últimamente, ¿te a pasado algo con los pequeños? Sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras, no tienes porque guardarte nada estando yo aquí- me dijo, con esa sonrisa paterna, me mataba cada vez que me sonreía así.

-no debes preocuparte Yunho, estoy bien.-le mentí- cambiando de tema- le dije esta vez con una sonrisa dibujada de mala manera en mi rostro.- no me has dicho que quieres para cenar, papii~~ hoy me toca cocinar a mi.- le puse una cara cómica y exagerada, enseñando mis morritos, de esa forma escondía mi pena, era la única forma de distraer a Yunho aunque solo funcionaria por un rato, lo suficiente hasta que llegaran todos los chicos y los tipos del staff.
-mmm… déjame pensármelo un rato… ¡ah! ¡ya se!, -exclamo- quiero ramen, pero ramen casero, del que nos preparaste la otra vez.- parecía ilusionado y yo simplemente asentí.

Oímos la puerta abrirse, giramos al mismo tiempo la cabeza para encontrarnos con Yoochun, Junsu y Changmin entrar por ella y no nos pudieron descubrir en peor posición.

Yunho me cogia firmemente por la cadera, yo, al ver que podía despistar a Yunho pase distraídamente mis manos por su cintura atrayéndolo un poco más hacia mi. La situación en si no era para tanto puesto que Yunho era muy famoso por sus abrazos. Pero la cara de espanto que puso Changmin al ver el panorama y la cara de reproche de Yoochun, no pude evitar sentirme avergonzado por mi comportamiento y me apreté bruscamente de Yunho, si a eso le sumamos el comentario de Junsu se podría decir que ese no era mi día.

-¡uuuh! parece que papá y mamá están en plan meloso hoy, ¿queréis que os dejemos solos? Jajajajajaja- su risa delfina resonaba por toda la sala, pero solo Yoochun se rió con él mirándome a mi. Yo le sujete la mirada a Yoochun, era mi forma de castigarme y la única forma de que mi mirada no fuera hacia el rostro de Changmin.

Junsu se sentó en la silla que se encontraba mas lejana a la mesa, a su lado se sentó Yoochun y a su lado Yunho, que se me adelanto, por lo tanto solo me quedo sentarme al lado de Changmin que se había sentado al otro lado de Junsu.

Hoy teníamos una reunión para una sesión de fotos, nos tocaba aportar ideas y ver las condiciones que nos había puesto la revista en cuestión. Ese día habíamos llegado muy pronto al estudio y el manager tardaría en llegar “¿Cuánto mas voy a tener que aguantar tu mirada?” me pregunte.
Para no tener que esforzarme en mantener una conversación me puse el i-pod, Yunho hablaba con Yoochun sobre los arreglos de una canción y Junsu molestaba a Changmin, picándole para que cuando llegáramos a casa jugara a la play con él.


-que pasa Changmin ¿tienes miedo de perder contra mi? Oh! Espera, queria decir el gran Choi Kang Chang Min jajajajajajaja- dijo Junsu. Podia oirle claramente.

-Junsu… ahora no me apetece jugar contigo a que teníamos 4 años, por que no te vas a jugar a otro lado, ¿eh?

-Min te encuentras bien, estas blanco, no te habrás enfermado ¿verdad?- pregunto Yunho, ahora preocupado por Min verdaderamente.

-no te preocupes por mi Yunho-hyung creo que iré al lavabo a aclararme la cara.

-voy contigo… si no te importa…- dije levantándome de la silla apresuradamente. Tenia que aclarar esto cuando antes.

Changmin rara vez se ponía enfermo, él es un chico muy sano, se cuida mucho, sobre todo su voz, y en estos momentos se veía bastante mal, su piel habitualmente morena se había puesto blanca levemente.

Changmin se levanto y salio de la sala rápidamente, yo le seguí y alcance su paso, pero él empezó a ir más deprisa, cuando llegamos al baño que estaba al final de pasillo, se encerró rápidamente en uno de ellos y yo no pude hacer otra cosa que apoyarme en la puerta.

-Minnie yo…

-no tienes por que darme explicaciones.-me soltaste. Claro que te debía explicaciones y aunque me digiste eso sé que en el fondo querías una.

-Escúchame, por favor, solo será un momento, escúchame, y luego decide si creerme o no…- esperé por una respuesta, pero nada salido del pequeño cuarto en el que te habías escondido.

Se abrió el pestillo que habías echado y saliste de allí con la cabeza gacha. Me empujaste y te apoyaste en los lavabos, enfrente del cristal. Tenia la sensación de que faltaba algo en esos baños, pero en ese momento solo podía pensar en escoger las palabras adecuadas para expresar lo que tenia que explicarte, algo que se me daba realmente mal…

-te escucho.

Dude un momento, no me salían las palabras, y eso no era buena señal.

-bien, cuando me dejarse allí solo…- pude ver en el espejo como apretaste los labios. Vale, no había empezado bien- en fin… cuando salí de allí, después de hablar con Yoochun, llegue a la sala de reuniones ,y allí estaba Yunho, él me abrazo primero. Y, aunque yo me resistí, tuve que corresponderle al abrazo con tal mala suerte que fue justo cuando llegasteis vosotros- hice una pausa para respirar te lo solté todo sin darte demasiado detalle pero esa era la verdad- ese abrazo solo era para darme ánimos… Yunho me vio un poco apenado y … ya sabes como es él…

-¿de que hablaste con Yoochun?- ahí me pillaste por sorpresa ¿tanto le interesa mi conversación con Yoochun? ¿más que el abrazo?

-nada en particular, solo me pregunto que te había hecho esta vez…

-¿le contaste algo?- tu voz sonaba ronca y algo sombría.

-no hizo falta.- dije en un hilo de voz, tan, tan, tan bajo que dude un segundo si me habías oído o no.

Pasaron uno segundos, te diste la vuelta y me empujaste al cuarto de baño, tal era la fuerza que cuando mi espada toco la pared se me nublo un poco la vista.

Tus brazos quedaron al lado de mi cabeza, atrapándome, como si fuera una jaula, de la que no podía escapar.

-¿por que te empeñas tanto en enfadarme de esta manera? ¿le has contado algo a Yoochun o Yunho? ¿te crees que me voy a creer el cuento este de “papá y mamá”?- Changmin me empezó a bombardear con un montón de preguntas, preguntas a las que, por cierto, pensé que ya había respondido.

Mi Minnie era siempre tan adorable... y verle ahora con esa cara, que había pasado del blanco pálido al rojo de ira en un momento, me hizo enmudecer de la impresión y no pude volver a responder a sus preguntas

-no nos vamos a mover de aquí hasta que me respondas- dejo tajante mientras cerraste la puerta de baño con el pie de un fuerte golpe para no tener que deshacer la jaula que me tenia atrapado. Cuando recupere el aliento te pude responder.

-te dije que, podrías creer o no creer lo que yo decía, Yunho, por supuesto, no sabe nada y yo no le conté nada a Yoochun. Él saco sus conclusiones solito es más… - te dije esta vez mirándote a la cara. El baño era bastante amplio pero aun así, estábamos muy justos y cuando levante la cabeza para mirarte a los ojos nuestro aliento se mezclo. ¿eras siempre tan caliente? Con ese pensamiento se me fue el hilo de la conversación.

-¿es más…?- me incitaste a seguir

-Yoochun, él me hecho la bronca por haberme enamorado de ti, y por hacerte desgraciado- le solté sin pensármelos dos veces ¿Por qué nunca seleccionaba las palabras adecuadas?

-¿QUÉ?-bramaste

-a mi no me no me grites, ya te he dicho que el mismo saco sus propias conclusiones

-¿que le respondiste?- tu pregunta fue como si me hubiera metido a la ducha con agua fría

-no le dije nada, porque ¿acaso no es cierto? Él me reclamo con razón. O quizás… él se equivoca. Eso solo lo sabes tu, dime ChangMin ¿Yoochun se equivoca? ¿mi amor te hace desgraciado?- por fin le hice la pregunta que se me había atragantado en la garganta horas antes, cuando estábamos solos en la sala el estudio

Rompiste la jaula que me atrapaba hace unos segundos y dejaste caer tus brazos a los lados de tu hermoso cuerpo, ese cuerpo que tanto amaba y que en estos momentos me moría por tocar. Pero no haría nada hasta que no me respondieras.

“Vamos Minnie ¿me quieres como yo te quiero a ti?”

Pasaban los segundos pero tu no respondías, aun así mantenías tu mirada fija en mis ojos. No, ahora no me mirabas a los ojos, mirabas otra parte de mi cuerpo.

Ya no pude aguantarlo mas, no pude esperar a que respondieras a mi pregunta, no después de ser consciente de a que parte de mi estabas mirando.

Relamí mis labios, eso que morías por morder, no hacia falta que me lo dijeras con palabras, tu ojos hablaron en lugar de tu boca.

Y me lance a tus labios, y puse mis manos en tu nuca para acercar tu boca a la la mia. con una posesión infinita y lo mejor de todo fue que enseguida correspondiste a mi beso.

Esta vez fui yo quien comenzó, por lo que intente hacerlo mucho más largo y más intenso, incluso intente meter un poco mi lengua en tu boca. Pero te resististe y solo me dejaste morderte levemente tu labio inferior.

No me quise aparte de ti y tu abriste tus ojos de nuevo ¿los cerraste cuando comencé a besarte?

Nos miramos durante segundos, que a mi me parecieron horas. Podía perderme en tus ojos. En esos ojos castaños oscuros tan profundos…

-Jae… ¿has oído eso?- me preguntaste de repente. Estaba tan metido en mis pensamientos que no podria oir nada mas que mi respiracion y para dejar que mi aliento se mezclara con el tuyo.

-¿el qué?

-¿hola? ¿hay alguien aquí?- pregunto una voz femenina.- ¿esta el servicio ocupado?

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