viernes, 27 de diciembre de 2013

Huir. Caer.



Quizás era algo inevitable y si me paro a pensarlo detenidamente tampoco quise esquivar nuestro encuentro. No recuerdo si me acerque yo o fuiste tú el que me buscaba en la oscuridad, quien cogio la mano a quien… Y si el primer suspiro que choco contra tu sonrisa, esa maldita sonrisa llena de seguridad, como si todo lo supieras…. era de cansancio después de haber corrido o por la excitación concentrada en mis labios que termino en el beso más lascivo que la historia había presenciado hasta el momento. La verdad es que no importan esos detalles que son un tanto borrosos en mi memoria… Sin embargo puedo recordar con todo detalle el tacto de las yemas de tus dedos que arañaban mi, en ese momento, encorvada espalda. Mis brazos rodeando tu cuello con demasiada fuerza, abrazándome a la vida, con las manos temblorosas, con el frió erizándome la piel. El rítmico movimientos de tus caderas contra las mías hacia que se escaparan fuertes y involuntarios suspiros de entre mis rojizos labios que cada vez que rozaban los tuyos empezaba una batalla piel contra bien, a ver quien invadía mas del otro. No recuerdo haber sentido algo así en ningún otro sueño o realidad.

No acabamos ahí, querías ir aun mas lejos… mas y mas lejos, a un lugar donde yo perdiera todo el control de mi ser. Ese lugar donde la ropa no taparía la vergüenza, ni el miedo. ¿Dónde me llevaba exactamente? … Era tarde para echarme atrás. No sabía que significaba ese pequeño dolor en mi bajo vientre, no sabia que era lo que venia a continuación. No tenia ni idea de lo que se sentía hasta que paso.

Soy la persona que más veces había huido de si misma en este mundo lleno de mentirosos y mentiras. No importa porque, tú siempre me arrastrabas hasta el límite y luego huías… Hasta que mi mano alcanzo tu brazo y te lleve conmigo.

Quise gritar, quería apartarme de ti y salir corriendo. Pero hice todo lo contrario busque más de esos temblores, más de ti.

Sujetaste fuertemente mis caderas, mis piernas rodeando las tuyas de forma estrangulatoria. Cerré los ojos y eche mi cabeza hacia atrás para abrir la boca lentamente y sacar de mi todo lo que estaba escondiendo. La vergüenza, la excitación, la tensión, el deseo…. Todo en un estúpido gemido, agudo, lleno de todo. Mis manos se aferraban a tus hombros hasta que crujieron del esfuerzo, mi labios suplicaban los tuyos con fuerza y la suplica fue escuchada…

Tanto tiempo nos llevo llegar hasta este punto. No me arrepiento de nada, quizás no era el momento pero eso no tenía importancia. No fue un proceso rápido y mucho menos libre de dolor pero igual que los detalles del principio también olvide eso.

Al sol aun le quedaba para salir… y mientras, buscabas tu ropa, que estaba enredada con la mía. Te giraste mirandome a los ojos. “Qué ojos más bonitos tienes” No me había dado cuenta hasta ahora de ese brillo que siempre estuvo ahí para mi. No había promesas, no la las necesitaba. Pero ahora sabía algo que antes ignoraba…

El cuerpo de una persona habla mejor que sus labios, que su mente. Tu cuerpo me enseño todo lo que quería del mió y este desprendió todo lo que guardo durante años. El miedo, la vergüenza, el dolor… Tanto, tanto dolor. Ya no dolía más, al menos no tanto como antes.


De nuevo necesitaba correr, muy lejos de todo, pero al menos esta vez sabía que si volvía dejaría hablar a mi cuerpo hablar una vez más para ti. Que no estaba tan sola como sentía… Y tú tampoco. 

Fiasco.

4 comentarios:

  1. A ver si me queda claro, acabas de relatar la fascinante noche que pasamos juntas aquel dia de lluvia en aquel mugriendo hotel!? NO TIENES DECENCIA, ESO ES PRIVADO Y NO SE PUBLICA. Ahora lloro y te pego, porque asi va a la cosa no?

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    1. Siempre lloras y me pegas... Es el ciclo de la vida.

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  2. Me ha encantado, cuando lo llevamos a cabo? ;) AAJAJAJAJA
    No. En serio. Te voy a violar.
    <3

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    1. Siempre me dices que me vas a violar y nunca NADA D:

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