La chica sin ojos.

Esta historia trata sobre la chica sin ojos. En un lugar donde las mentiras estaban a la orden del día y el dolor ajeno era el poste favorito de la sociedad vivía una chica que en lugar de ojos tenia dos horripilante agujeros negros en la cavidad del globo ocular. A pesar de todo ella tenia ilusión por vivir, esperanza por ver alguna vez y sentir como nunca había sentido. Los colores, el movimiento... un placer que solo podía imaginarse. 

Ella pensaba que el mundo ea un lugar magnifico, donde cada día aprendería algo nuevo, cada día seria mejor que anterior... cada día aprendería a amar mas  mas fuerte. Lo que no sabia era que amar algo era mas una debilidad que un virtud y que ese mundo idealizado no existía, solo percibía la sombra de un mundo horrible disfrazado con mentiras. 

Un noche, la chica sin ojos se paseaba libremente por la ciudad, pensando que la noche la protegería de cualquiera que intentara hacerla daño. Pero de un momento otro, mientras imaginaba como seria ese lugar en donde ella estaba, una, dos... quizás tres o mas personas la cogieron por los hombros y las arrastraron lejos de donde paseaba. La chica sin ojos por primera vez experimentaba lo que era el miedo y no le gustaba. gritaba y gritaba y solo escuchaba risas. Quería llorar, pero no podía, no tiene ojos.

Sentía como golpeaban su piel, como el fuego irritaba su pelo, como miles de objetos penetraban su ojos que absorbían cualquier cosa que tocaban. Ella no se rindió.. lucho, lucho todo lo que pudo pero cuando se aburrieron de ella la echaron a un pozo muy hondo y oscuro... pero ella solo sentía frió. Agotada con las piernas rotas de la caída, los brazos inmobles, sollozando cada vez mas flojo, hizo un ultimo esfuerzo por salir de aquel infierno, pero al colocar sus manos sobre el suelo sintió algo pegajoso y el mal olor que había allí abajo en vez de atenuarse se acentuaba con el paso de los segundos y supo que allí no estaba sola...

Y supo que jamas seria capaz de ver la luz del sol... Por una vez dio gracias por no tener ojos. 

FIASCO.