Es el sonido que emiten las teclas del piano que acaricias con la yema de tus dedos la que hace que me transporte a una infinidad de mundos diferentes... Tú música es la única que me saca de esta cárcel que es la monotonía de mi existencia. Exclusivamente tú eres la que libera mi alma de las cadenas de un destino marcado desde el nacimiento.
Siempre te recuerdo sentada junto a mi, en el piano de cola, enseñándome bellas melodías, traduciendo los sentimientos en música y la música en sentimientos, tan fácilmente... Escudada en esa sonrisa que me daba entender que eras feliz... y esa era solo la primera mentira de una larga lista.
Lavina era su nombre y sus cabellos eran claros y rizados, el rostro alargado y sonriendo, con ojos verdes y profundos, labios tiernos y maternales, nariz respingona, cuello esbelto y piel blanca casi translucida. Nunca me pregunte seriamente el porqué de nuestro parecido... simplemente esperaba el único día del año en el que te veía cruzar las puertas de mi palacio para verme, solo a mi. Ese era el día de mi cumpleaños, te esperaba siempre sentado en nuestro blanco piano. No entendia porque me sentía impaciente por verte hasta años mas tarde.
En ese tiempo solo era un niño... cándido e inocente, admiraba a mi padre y seguía a mi hermana como si ellos fueran la verdad mas absoluta. Esas eran las siguientes mentiras, por qué ningún niño a mi edad seria capaz siquiera de imaginar por un momento la cantidad de telarañas de engaños y farsas que habia detrás de mi nacimiento. Hoy en día solo pensar en ello me enfurece sobre manera.
Todo cobro sentido cuando dias despues de mi decimoquinto aniversario escuche cuchichear a unas sirvientas sobre un "accidente" de coche que hubo por aqui cerca hace años. Yo sabia muy bien que la palabra "accidente" en mi familia no podia significar otra cosa que asesinato en cubierto por lo que mi interés crecía con cada detalle morboso que ellas describían, sobre todo porque comencé a caer en la cuenta de la verdad que escondían aquellos chismes de barrendera vieja.
- Hace ya 5 años desde que la señorita murió en aquel "accidente" pobre muchacha... tan joven.
- Cierto... por lo que he odio por ahí ella venia hacia aquí como todos los años y en primera curva después de la gasolinera sus frenos fallaron y se callo por el precipicio.
- Que muerte más fatal.
- También dicen que... - La más vieja, que le contaba a la joven miro hacia los lados para comprobar que nadie escuchaba y se acerco a ella para susurrarle. - Lavina protegió con su vida el regalo para el joven amo... escudandolo del fuego que creó el coche al impactar contra las rocas y se de buena mano que el amo aun lo guarda en el escritorio del despacho con mucho recelo.
Las mujeres siguieron hablando pero yo ya no podía oír nada. Hablaban de la muerte de la persona que más había querido en todo mi vida... más que a mi familia. Hace 5 años desapareció sin decirme nada. Me enfade como un crio pensado que se había olvidado de mi cumpleaños... pero ahora estaba seguro de que no fue así.
Salí de mi escondite para ir en busca de la verdad y estaba seguro de que solo una persona en maldita cárcel que denominaba casa podria dármela.
El hombre que decía ser mi padre se convirtió en el objetivo de mi ira incondicional cuando supe todo, desde el principio hasta el final.
Lavina era una pianista mediocre que tocaba en los suburbios de Italia de sur, no solo su música sino también su belleza atraía a mucho hombres y mujeres a ese antro de mala muerte que era su lugar de trabajo. Mi padre era un habitual, encandilando por la música y la hermosura de la joven termino siendo su amante y al mismo tiempo la madre de su único hijo barón. Pero la familia de mi padre jamas iba a permitir que una mujer que no pertenecía a la mafia de la misma se asentara en la casa, por lo que le ofrecieron en trato que no podría rechazar. No se trataba de otra cosas que dar a su hijo para que tuviera una buena vida a cambio podría visitarlos dos veces por año aunque en realidad solo fuera una. Obviamente Lavina no tubo mas opción que aceptar pues.. ¿qué podría hacer ella contra una mafia? Vivir con el miedo de que cada día de tu vida podría ser el ultimo, pero el amor sincero que tenia mi padre por ella la mantenía con vida, hasta que la familia de mi madrastra se movió en las sobras y creo ese "accidente" del que escuche hablar a las sirvientas.
Todo lo que yo creía que era cierto... era mentira. La que yo llamaba madre no lo era realmente y nunca lo fue ya que nunca me trato como si fuera una, ahora lo entendía. La que yo creía que era mi hermana tampoco y aunque estaba unido a ella de alguna forma, que me escondiera el engaño hizo crecer una semilla de desconfianza en mi interior... Y mi padre era el mas mentiroso de todos y con el derrumbe del pedestal donde le tenia alzado se vino abajo también y con todo su peso absolutamente toda mi realidad.
En el fondo sabia que Lavina era mi madre, mi corazón al menos lo sabia. Pero mi mente aun la recuerda como la mujer que solo me visitaba una vez al año desde hace once años. La mujer que me enseño a expresar mis sintiemitos atreves de la música... de ese piano de cola que nos mantenía unidos en vida y que tuve que abandonar en aquella casa.
Después de poner mi mente en algo parecido a la calma abandone al fin mi jaula, y con mi huida, toda la protección que esta me proporcionaba, pero eso era lo único que me daba aquel lugar, cobijo, nunca me dieron amor, jamas tuve lo que quería realmente es mas, lo mataron pasando por alto mi sentimientos, pensando de forma ingenua que siempre viviría en la ignorancia.
Ahora solo tengo el regalo de mi madre como equipaje y lo que fue de mi después de esto... es otro historia.. lo que si puedo decir es que nunca jamas volveré a vivir de la mentira ¿verdad, madre?
Ahora es cuando muerome, me caso con tua y vivimos felices escribiendo yaoi a la par ._. no en serio, no entiendo como puedes decir que escribes mal, es para darte dos yoyas y dos yayas
ResponderEliminarPorque es verdad que escribo mal, mira las evidencias, por ahi debe de haber algo sin sentido, lo se... y ni siquiera me di cuenta a las 4º de haberlo leido.
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