Edén

Tu amplia frente es el lienzo de los pensamientos que oscilan de un lado al otro de tu cabeza. El aire caliente que sale de tu respirar, la nariz arrugada que adorna tu expresión confusa al verme aparecer por la puerta. Los pómulos sonrojados me indican que eres, pequeña niña, mía y solo mía. Infantiles son los ojos grandes, redondos como la luna, romántica. y el marco son las pestañas largas, rizadas y negras. Los receptores, orejas sin perforaciones, pequeñas, quizás demasiado, escuchan siempre lo que tengo que decirte. Porque aun no es tiempo de que de tus labios salga la dulce miel que fabricas, aunque gruesos y rojos sean, es la fruta prohibida, la mas deliciosa de mi jardín del Edén.

No entiendo el porqué pero si esta prohibido, no seré el yo el que se salte las reglas. Porque para ti es un juego, para mi solo un castigo mas.