Otra vez he vuelto a tener esa horrible sensación de agobio, me falta el aire y no puedo respirar. Las cuatro paredes que me rodean son lisas y de un color monótono, aumentan mi claustrofobia y por mas que busco la salida de esta cárcel no logro dar con ella.
Se que te estas riendo de mi, de mi desesperación, disfrutas con el sudor frió que recorre mi frente. Mis ojos ya están ya rojos, deseo llorar, gritar con todos mis fuerzas, pero me resigno porque no quiero darte el placer de verme sufrir mas.
Me estas quitando mas de lo que me has dado. Te estas aprovechando de que mis sentidos están siendo embriagados por tu presencia. No tengo la fuerza de voluntad suficiente como para mirar hacia otro lado y decir que no me importas.
Heriste a la pequeña mariposa azul que había hecho un nido en mi corazón. Pero no es suficiente con eso. ¿Estabas de paso? Te invite a que te quedaras y aun así, viste algo mas interesante que yo y marchaste, no lo suficientemente lejos como para no verte con ella. Eres cruel, nada te importa, eres un viajero que disfruta de todo y de nada al mismo tiempo ¿Por que siempre las eliges a ella y a mi no? No quise rechazarte, pero tengo miedo, eres impredecible y se que no me amas...
Vuelve a tu jardín, pequeña mariposa, alegra a las flores que tanto te necesitan, deja que mi corazón se marchite, él no te necesita.
Sigo buscando la salida. La habitación cada vez son mas pequeñas, el techo aplasta mi cabeza y las paredes reducen mi movilidad tanto que casi no puedo moverme.
Deseo ser libre, respirar el mismo aire que los demás, dejar que mi cuerpo experimente cosas que jamas experimento, cosas que tan solo mi mente se imagino en un par de ocasiones. Quiero que los rayos del sol acaricien mi piel y no la luz del foco que ilumina el objeto de la copia.
Que alguien me saque de esta cárcel sin barrotes, por favor.
